Oftalmología: ¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El Síndrome de Ojo Seco (SOS) es un motivo de consulta muy frecuente en la práctica oftalmológica diaria, representando el segundo lugar luego de la prescripción de lentes.
Es una enfermedad multifactorial que se caracteriza por un film o película lagrimal deficiente en la cantidad (SOS acuodeficiente), en la calidad (SOS evaporativo) o una combinación de ambos (SOS mixto). Afecta en la actualidad a millones de personas en el mundo alterando la calidad de vida de las mismas.
El film lagrimal proporciona el ambiente húmedo vital para la superficie ocular; protege al ojo contra agentes externos como frío, calor, smog y viento; remueve partículas y cuerpos extraños de la córnea y la conjuntiva; aporta defensas (inmunoglobulinas y enzimas); interviene en el trofismo, es decir, en la nutrición y sostén de las células. Además de cumplir la función de protección, tiene un rol refractivo, ya que tanto el exceso como el déficit de lágrima pueden afectar la calidad visual.
Dicha película está compuesta por tres capas: la superficial lipídica, la media acuosa y la interna mucosa, extendiéndose en forma pareja sobre la superficie ocular gracias al parpadeo. Cualquier alteración en la cantidad y/o calidad de la lágrima va a producir un cuadro inflamatorio crónico, desencadenando diversos signos y síntomas oculares.
SIGNOS Y SINTOMAS
- Irritación ocular.
- Dolor, sensación de cuerpo extraño o arenilla.
- Ardor y o Picazón.
- Fluctuación en la visión.
- Lesiones corneales como queratitis y úlceras a repetición.
- Fotofobia.
- Lagrimeo por hiperproducción refleja.
- Secreción mucosa.
- Necesidad de parpadear con mayor frecuencia.
- Alteración del sueño, depresión.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DEL SOS?
A medida que envejecemos disminuye la producción de lágrimas. No obstante, ciertas enfermedades, condiciones médicas y ambientales pueden desencadenar o agravar el SOS. Entre ellas se encuentran las enfermedades autoinmunes ( Artritis Reumatoidea, Sindrome de Sjögren, Lupus Eritematoso Sistémico); afecciones oculares como blefaritis, conjuntivitis; enfermedades de la piel; medicamentos (anticonceptivos orales, beta bloqueantes, diuréticos, antihistamínicos, ansiolíticos, conservantes de gotas oftálmicas); cirugías oftalmológicas de refractiva; cambios hormonales en las mujeres; parpadeo alterado (enfermedad de Parkinson, parálisis facial); uso de lentes de contacto; factores ambientales (sol, viento, aire acondicionado, calefacción, contaminación, exposición prolongada a pantallas); factores nutricionales como déficits vitamínicos.
DIAGNÓSTICO
-
Existen diversos tests y estudios que se realizan en el consultorio oftalmológico y que no generan ninguna molestia al paciente. Éstos son:
-
Test de Schirmer: mide el volumen de secreción lagrimal.
-
Test de Rosa de Bengala o Verde de Lisamina: aportan información sobre el daño de las células.
-
BUT (Break Up Time): mide el tiempo que perdura la lágrima sobre la superficie ocular, permite conocer el grado de estabilidad de la misma.
-
Análisis del menisco lagrimal: cuantifica el lago lagrimal.
-
Meibomiografia: es el estudio de las glándulas de Meibomio (glándulas sebáceas especializadas). Las mismas se encuentran en el párpado y son las encargadas de aportar la porción lipídica al film lagrimal.
-
Dosaje de Lisozima y osmolaridad de la lágrima.
-
Citología de impresión: estudia células de la córnea y conjuntiva.
TRATAMIENTO
-
Va depender de la causa y del grado de severidad del SOS. Mencionamos los siguientes:
-
Lubricantes oculares: aumentan el tiempo de retención de la lágrima.
-
Suero autólogo, Trealosa (colirios): ayudan a regenerar el epitelio corneal.
-
Esteroides de superficie: colirios con Loteprednol y Fluorometolona actúan como agentes antiinflamatorios.
-
Inmunomoduladores: Ciclosporina en distintas concentraciones ( colirios al 0.05% y 1%).
-
Tetraciclinas orales: contribuyen a disminuir la inflamación.
-
Tratamientos oclusivos de los puntos lagrimales o implantes intracanaliculares: ayudan a que perdure por más tiempo la lágrima, disminuyendo así su osmolaridad.
-
IPL (Luz Pulsada Intensa): contribuye a mejorar la función de las glándulas de Meibomio.
-
Lipiflow: mejora el drenaje de las glándulas de Meibomio mediante calor y masaje en los párpados.
-
Lentes de contacto terapéuticas: en caso de erosiones corneales recurrentes.
-
Suplementos dietarios: de vitamina B12, A y Omega 3.
-
Consideraciones ambientales: evitar el contacto con sustancias irritantes, contaminación, humo; hacer recesos durante la lectura, ya que durante la misma disminuye la frecuencia del parpadeo.
Debido a sus múltiples causas y variada sintomatología, el diagnóstico y el tratamiento del SOS pueden resultar desafiantes. Si bien, como mencionamos anteriormente, es una enfermedad muy frecuente en la práctica oftalmológica, es de suma importancia un interrogatorio y examen completos para proporcionar un tratamiento adecuado y así mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
Dra. Alejandra Dalmau. Oftalmóloga - Oculoplastia. Superficie ocular. GO Oftalmología. Sanatorio de Niños. ICR.